Los
trabajadores de la empresa auxiliar IMSA, afectados por el escape de mercurio
en Asturiana de Zinc, han conocido hoy el informe de más de 400 páginas sobre
el accidente, elaborado por el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos
Laborales.
Entre las conclusiones, el Instituto indica que existía una
elevada concentración de mercurio en la zona de trabajo, no prevista y no
evaluada. Alerta también de una insuficiencia en las medidas relativas al
empleo de los equipos de protección individual y a unas deficientes condiciones
de limpieza y hábitos higiénicos incorrectos.
Unas conclusiones que ya conoce también la Inspección de Trabajo,
que se encargará de determinar si hay responsabilidades en el suceso ocurrido a
finales del año pasado, durante las obras de reparación en una de las plantas
de tostación de AZSA.
El Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos laborales añade
que más allá del problema puntual durante la parada de los intercambiadores,
existe un riesgo de exposición al mercurio insuficientemente controlado por
parte de AZSA, que será objeto de informe específico.
Por su parte, la
Consejería de Sanidad del Principado ha defendido hoy la
transparencia de las actuaciones llevadas a cabo en torno a la intoxicación por
mercurio en la factoría de Asturiana de Zinc S.A., de las que garantiza que
fueron informados con rigor todos los agentes sociales e institucionales
implicados.
En un comunicado añade que en concreto la Dirección General
de Salud Pública ha ofrecido a los interesados toda la información disponible
dentro de la debida garantía de confidencialidad con las personas afectadas
para aclarar la situación derivada del accidente laboral.