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"Puede
que no seamos capaces de curar el cáncer, pero podemos reducir la velocidad y prolongar
la vida", dice el autor de un estudio sobre el tratamiento.
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"La
mayoría de los pacientes puede volver a casa el día después de su tratamiento
de crioablación y reanudar sus actividades normales", explica.
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Según la
investigación, la crioablación resultó ser 100% efectiva para eliminar los
tumores en tres meses de seguimiento sobre 22 sujetos tratados.
La crioablación,
que produce como bolas de hielo, puede matar con seguridad los tumores
cancerosos que se han propagado a los pulmones, según los
resultados de un estudio multicéntrico prospectivo sobre crioablación,
presentados en la 38 reunión científica anual de la Sociedad estadounidense
de Radiología Intervencionista, que se celebra en Nueva Orleans (Estados
Unidos) y publicados en Journal of Vascular and
Interventional Radiology.
"La crioablación tiene un gran potencial como
tratamiento para el cáncer que se ha propagado a los pulmones
desde otras partes del cuerpo y puede prolongar la vida de los pacientes que se están quedando sin
opciones", aseguró David A. Woodrum, autor del estudio y radiólogo
intervencionista de la
Clínica Mayo en Rochester, Minnesota (Estados Unidos).
"Puede
que no seamos capaces de curar el cáncer, pero con crioablación por lo menos
podemos reducir de manera significativa la velocidad y que los pacientes puedan
disfrutar de una calidad de vida más larga"
añadió. La enfermedad pulmonar metastásica es difícil de tratar y con
frecuencia indica un mal pronóstico para los pacientes.
En
los resultados iniciales del estudio, llamado ECLIPSE, 22 sujetos con un total
de 36 tumores fueron tratados con 27 sesiones de crioablación, que resultó ser 100% efectiva para eliminar los tumores en tres
meses de seguimiento. A los seis meses, 5 de los 22 pacientes (23%) mostraron
que los tumores tratados estaban como muertos.
Cómo se lleva a cabo
La
crioablación se realiza por un radiólogo intervencionista utilizando una pequeña aguja de
sonda guiada a
través de una incisión en la piel a los tumores cancerosos en el interior del
pulmón, que se han diseminado desde los tumores primarios en otras partes del
cuerpo a los pulmones, bajo la guía de imagen médica.
Una vez en posición, la punta del instrumento se enfría
con gas a
bajas temperaturas. El
halo resultante de cristales de hielo puede destruir el cáncer mediante la
interrupción de su función celular, protegiendo las inmediaciones sanas y el
delicado tejido pulmonar.
"La
mayoría de los pacientes puede volver a casa el día después de su tratamiento de crioablación y reanudar sus
actividades normales", dijo Woodrum, señalando que los científicos planean
seguir a los pacientes durante un máximo de cinco años.