MADRID, 17 Abr. (EUROPA
PRESS) -
El Palacio de Justicia de
Marsella, Francia, acoge a partir de este miércoles el juicio por el fraude de
las prótesis mamarias de la empresa Poly Implant Prothese (PIP), por el que el
fundador de la misma, Jean-Claude Mas, y otros cuatro extrabajadores se
enfrentan a penas de hasta cinco años de prisión.
La empresa francesa fue fundada en 1991 y en 2010
cerró después de que sus implantes fueran retirados del mercado al descubrirse
que usaban silicona industrial. En este periodo la compañía llegó a ser la
tercera mayor empresa productora del sector, al vender alrededor de 300.000
implantes a más de 60 países, en más del 90 por ciento de los casos a países
latinoamericanos y europeos.
Se estima que alrededor de 30.000 mujeres se
sometieron a un implante mamario PIP sólo en Francia. A estas hay que unir un
número aún mayor procedente de otros países, tanto europeos (en España, por
ejemplo, pudo haber unas 30.000 afectadas) como de Latinoamérica.
Según la Agencia Francesa del Medicamento, de todos las
prótesis analizadas desde el inicio del escándalo se estima que una cuarta
parte eran defectuosas y presentaban algún tipo de rotura que propiciaba la
salida de la silicona del interior, lo que había causado en muchos casos
reacciones inflamatorias. Sin embargo, no se consiguió relacionar este
incidente con un aumento del riesgo de cáncer como inicialmente se había
pensado.
El tribunal deberá comenzar examinando varias
peticiones de nulidad y cambio de sede presentadas por los abogados de la
defensa. Y ya al final de la mañana, según informa 'Le Monde', está previsto
que los acusados se encuentren por vez primera con algunas de las más de 5.000
víctimas del fraude y denunciantes.
El juicio se prolongará hasta el próximo 17 de mayo,
y a lo largo del próximo mes el tribunal examinará todos la actividad de la
empresa francesa desde que comenzara a comercializar estas prótesis y las
responsabilidades de los cinco acusados.