Esta trabajadora causó una colisión en cadena al embestir por detrás a un coche que se encontraba detenido en un semáforo en rojo, según manifestaron a este periódico fuentes judiciales. Este vehículo, a su vez, impulsado por el golpe, impactó contra otro turismo que aguardaba delante a que el semáforo se pusiera en verde. El accidente no causó lesiones a ninguno de los implicados, pero sí se saldó con daños de consideración en los tres vehículos implicados.
Una dotación de
Los policías tomaron declaración a la mujer y le imputaron la presunta autoría de un delito contra la seguridad vial. Con la tasa que dio, la conductora podría haber sido detenida por los policías, ya que la ley de tráfico permite la detención a partir de una tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. A partir de esta medición el hecho de circular bebido, aunque no se haya causado ningún accidente, ya se considera un delito contra la seguridad vial. De esta forma, una persona que sea sorprendida con una tasa superior a 0,60 en un control rutinario de alcoholemia puede ser trasladada a la comisaría en calidad de detenida y no ser liberada hasta que así lo ordene el juez que se haga cargo del caso.
En este caso, sin embargo, los agentes municipales entendieron que no existía ningún tipo de riesgo de fuga ni de oposición alguna a la instrucción del atestado en la conducta de la trabajadora de limpieza, que colaboró en todo momento con los agentes. Por ello, éstos finalmente sólo le tomaron declaración en calidad de imputada antes de trasladar el caso a disposición judicial.
Un juzgado de Sevilla ha abierto ya diligencias sobre el caso e investigará la conducta de la empleada de Lipasam. Este accidente con un vehículo de titularidad pública tiene un precedente similar en el caso de un mando de
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