Caracas, Viernes, 31 de agosto de 2012.
En Diciembre de 2002, cuando el Gobierno
despidió a mas de 20.000 trabajadores de forma arbitraria e irresponsable
por el hecho de oponerse al nombramiento de personas sin la debida
experiencia en la parte gerencial, operacional y administrativa, e incorporó a
personal no calificado en el complejo manejo de la industria de los
hidrocarburos y; además, por estar identificado con el
proceso del Gobierno, que hoy en día, este mismo proceso cuenta con
gente irresponsable, con falta de experiencia y ética moral en las
diferentes actividades productivas del Gobierno que se desarrollan en el país.
Para esa
fecha, diciembre de 2002, los miembros de la Junta Directiva de
PDVSA, presidentes y directores de sus empresas filiales, luego de
haber renunciado a nuestros cargos, convocamos una rueda de prensa donde
se le informó al país la forma irresponsable en que se estaban operando
las instalaciones petroleras, gasíferas y petroquímicas, sin el debido personal
calificado, y ya para esa fecha habían ocurrido varios accidentes en las
instalaciones de PDVSA, así como derrames petroleros e incendios. En esa
oportunidad indicamos lo siguiente:
Petróleos de
Venezuela era una corporación altamente compleja y tecnificada, por la
naturaleza de sus operaciones y la magnitud de su importancia en el contexto
nacional e internacional. Esta empresa contaba con personal profesional y
técnico que había sido entrenado por muchos años, quienes sumaban un valioso e
incalculable capital de conocimiento y experiencias en el desarrollo de
actividades inherentes al negocio petrolero.
PDVSA
desarrollaba actividades en toda la cadena de valor de la industria petrolera
en Venezuela y en diversos países del mundo: Exploración, Producción,
Refinación, Transporte, Almacenamiento y Mercadeo de crudo y productos de los
hidrocarburos, así como de los negocios de Gas, Petroquímica, Orimulsión y
Carbón.
El desarrollo
productivo y seguro de todos estos negocios en Venezuela, como en cualquier
otra parte del mundo, requiere de conocimientos y competencias específicas; de
profesionales y técnicos altamente especializados. Esta industria no acepta
improvisaciones que pongan en riesgo, la seguridad de sus trabajadores,
comunidades e instalaciones.
Después de
diez años, para desgracia de nuestro país, hemos visto con tristeza
las consecuencias de los innumerables accidentes que han ocurrido en la
industria petrolera nacional causando muertes innecesarias por la
improvisación en las operaciones y la falta de mantenimiento de esta
compleja industria, esto aunado a las cuantiosas pérdidas
económicas que ha representado para el país.
El lamentable
accidente ocurrido en la
Refinería de Amuay, unas de las más complejas del país y del
mundo, ha demostrado, una vez más, el desconocimiento
de lo que son las operaciones y el mantenimiento de unas instalaciones tan
complejas como las petroleras, gasíferas y petroquímicas. Este ha sido el peor
accidente en más de 80 años en la historia petrolera venezolana y quizás
la mayor en toda Latinoamérica.
Acá se
evidencia una falta en el mantenimiento preventivo de las instalaciones,
conocemos de múltiples denuncias de los trabajadores de PDVSA, quienes
alertaron que en las unidades de procesos, tanques, esferas de
propano/butano, terminales marítimos, flota propia y otras instalaciones, no se
realizan en forma adecuada y en muchos casos ni siquiera son ejecutadas las
paradas programadas de plantas, por mantener las unidades de
proceso en operación en forma insegura, sin tomar en cuenta las recomendaciones
de los fabricantes de los equipos. Así mismo, las inspecciones de las
instalaciones petroleras no se hacen en forma periódica y adecuada, además,
no cuentan con personal calificado para esta compleja tarea.
Existe
un profundo desconocimiento de las normas de Seguridad Industrial. Para
citar un ejemplo, en las áreas donde se manejan hidrocarburos existen
detectores de gas, que revelan la más mínima fuga de gas, acopladas a alarmas
sonoras y cierres automáticos de válvulas de control para evitar fugas de
gas o de otros hidrocarburos, para que no se produzcan incendios y explosiones,
como lo que ocurrió en el lamentable accidente de Amuay. Además,
existe un plan de contingencia donde suenan las sirenas para
desalojar a las personas que se encuentran en las áreas aledañas a dichas
instalaciones. Tenemos información de gente de la zona que asegura que
este sistema no funcionó o no se encontraba operativo.
Cuando
ocurren estos tipos de accidentes graves con perdidas de vidas, cuya lista es
larga desde que usted, Rafael Ramírez, preside a PDVSA,
inmediatamente el Presidente de cualquier corporación debería renunciar.
Pero además, en este caso particular es más notorio porque usted es
Ministro al mismo tiempo, algo totalmente incongruente, porque el Ministerio
ejerce el control y PDVSA la operación, en su caso quién controla a quién.
Usted dirá: fue el Presidente que me nombró en ambos cargos.
Pero
Ministro, en su caso la responsabilidad es totalmente suya y del Gobierno que
lo nombró a usted, por haber incorporado a gente sin experiencia y sin el
debido entrenamiento en el manejo de hidrocarburos. A los otros trabajadores
con experiencia que siguieron laborando en la industria, usted los
amenazó, con su famosa frase PDVSA es “roja, rojita”, “rojo rojito”.
Estoy seguro que la mayoría no comparte ni están de acuerdo con sus amenazas, y
no le manifiestan lo contrario por temor a las represalias, porque
necesitan su trabajo. Esto demuestra que en Venezuela no hay libertad de
expresión para los trabajadores de las empresas del estado, que cada vez son
más, porque están acabando con las empresas privadas.
Es clamor de
todas las instituciones públicas, privadas, políticas y, muy especial, del
pueblo de Venezuela que RENUNCIE MINISTRO. Usted es el único responsable
de todos los accidentes y muertes que han ocurrido en nuestra industria
petrolera nacional y en otros sectores bajo su responsabilidad como Ministro.
Usted ha podido engañar a muchas personas, pero ya el país conoce su
incompetencia e irresponsabilidad más que demostrada en tantos años de errores
y fracasos como Ministro y Presidente de PDVSA.
George
Kamkoff M