Hasta que se instauró esta externalización, el granadino podía ir a las dependencias de
El granadino que quiera ahora este documento tiene que llamar a una línea 901 para recibir, uno o dos días después, el documento en su domicilio. Siempre y cuando ese dato esté actualizado, porque si no hay, la carta se manda a la sede en cuestión de
Pero, además de lo que consideran los funcionarios como una merma en la calidad del servicio al no poder expedir ya directamente las fe de vidas laborales a demanda de los ciudadanos, consideran que este servicio externalizado supone un derroche de dinero público ahora que parece que tanto escasea. Según explican, también se realiza un envío anual de fe de vidas laborales a todos los ciudadanos, la necesiten o no, algo que sirve, desde su punto de vista "para empapelar la habitación de sus hijos o que hagan unos bonitos aviones de papel". Porque una fe de vida labora, ha no ser que esté actualizada no sirve para prácticamente nada, y se manda una información redundante e innecesaria a las personas que no la necesitan. En la mayoría de los casos, un documento de este tipo que no tenga al menos una vigencia de tres meses o menos no es aceptable para ninguno de los trámites que se han relatado anteriormente.
Los ánimos de los funcionarios están bastante caldeados. Con sueldos cada vez más menguados, con la paga extra de Navidad retirada y como ojo del huracán de todos los recortes de los sucesivos gobiernos, como si fueran el origen de todos los males. Por eso no entienden que un servicio que prestaban ellos, que iba en su sueldo -ese que les recortan ahora con la excusa de que el Gobierno no llega- y que al Estado le salía gratis tenga ahora un coste de 4,7 millones de euros para, en su opinión, dar un peor servicio al ciudadano.