Los Bomberos de Fuenlabrada han colgado en Internet un
espeluznante vídeo que recoge en 3.41 minutos las casi tres horas de rescate
angustiosas tras el accidente en las cocheras del
Metro de
Loranca que el martes pasado costó la vida a dos personas.
El vídeo muestra el recorrido de los
bomberos desde su base hasta el lugar del accidente. Luego, vemos el espantoso estado del convoy de pruebas y se oye, entre el amasijo
de hierros, un grito de desesperación que parece el del hijo, de apenas 4 años,
del gerente de Mantenimientofallecido.
En el blog de
los Bomberos de Fuenlabrada se puede leer el siguiente texto:
Trabajaron dos equipos, uno interno y
otro externo para poder acceder cuanto antes a los atrapados. Las labores de
rescate duraron alrededor de tres horas ya que la cantidad de material que
atrapaba a las personas era muy robusto y abundante; la deformidad de la cabina
era tal, que el suelo estaba en posición vertical a noventa grados y el
habitáculo del puesto de mando salía hasta la zona de viajeros.
Lamentablemente, fallecieron dos personas».
La menor iba en el asiento del conductor
El cuerpo de la chica suiza de 17
años fallecida se encontraba en elasiento del conductor, el único con el
que contaba la cabina. Así lo indicaron a ABC fuentes cercanas a la
investigación, según el relato de quienes presenciaron la costosa excarcelación
del cadáver, que se prolongó durante unas dos horas. El cuerpo del otro
fallecido, el jefe de Matenimiento de Ciclo Corto del suburbano, José Manuel
Pérez García, de 35 años, estaba a la izquierda de la chica, que trabajaba para la familia como
«canguro» del hijo, de 4 años. Tanto éste como la esposa de José Manuel
sufrieron heridas leves, pues también acompañaban a los fallecidos en la
cabina, pero detrás de ellos.
Precisamente, uno de los puntos clave
que trata de esclarecer la investigación abierta es quién conducía; porque
Pérez García contaba con formación suficiente para conducir el convoy, de tres
coches. Pero no tenía permiso para subir a la cabina a nadie más,
ni siquiera a su familia. En las vías secundarias, como en la que ocurrió el
siniestro, nadie más que el conductor puede ir dentro del tren. En las
principales, las que usan los ciudadanos, este veto está circunscrito a la
cabina.
Teo Piñuelas, de UGT, preguntó ayer a
la compañía cuándo va a aclarar si se trató de un accidente laboral o no.
abc.es