Es capaz
de desplazarse por el torrente sanguíneo de enfermos de leucemia y capturar con
sus tentáculos las células malignas
Un grupo de
investigadores norteamericanos ha diseñado una especie de "medusa"
microscópica capaz
de desplazarse por el torrente sanguíneo de enfermos de leucemia y capturar
con sus tentáculos las células tumorales que se desplazan a través de él. Una
labor hasta ahora demasiado larga y farragosa y que no resultaba práctica para
su aplición en pacientes. El estudio se publica esta semana en la revista Proceedings de
la Academia Nacional
de Ciencias de los Estados Unidos.
Encontrar células tumorales en el torrente sanguíneo ha sido y
es, hasta ahora, como buscar una aguja en un pajar. Y ello a pesar de que estas
células malignas errantes,
llamadas CTCs (del ingles Circulating Tumor Cells) pueden aportar una gran
cantidad de información sobre la naturaleza de un tumor y, en especial, sobre
sus puntos débiles, es decir, sobre la forma en que éste responde a los
diferentes tratamientos.
Claro que para estudiar
esas células, lo primero que hay que hacer es capturarlas y aislarlas de la
multitud de otras células que se pueden encontrar en una muestra de sangre
cualquiera. Una tarea extremadamente difícil y que, tradicionalmente, se enfrenta
a enormes limitaciones.
Por un lado, en efecto,
las técnicas utilizadas hasta ahora, basadas en el uso de microfluídos,
requieren demasiado tiempo de análisis, incluso para muestras de sangre
pequeñas. Y por otro (y quizá más importante) no existe una manera eficaz de
extraer esas células cancerosas para analizarlas tras su captura.
Pero las tribulaciones de
los investigadores del cáncer con las CTCs podrían haber llegado a su fin
gracias al trabajo de un grupo de científicos del Brigham and Women's Hospital,
en Boston, y el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) que, inspirándose
en la forma de una medusa, han recubierto una estructura de microfliuídos con
una serie de largas hebras de ADN capaces de apresar una clase específica de
proteína que se encuentra en la superficie de las células tumorales de leucemia
que circulan por el torrente sanguíneo.
Terapias personalizadas
Utilizando su invento, los científicos del MIT han conseguido
multiplicar por diez la velocidad actual de detección de estas células en la
sangre. Lo cual, en la práctica, resulta suficiente (por primera vez) para
aplicarlo de forma práctica en pacientes que sufran la enfermedad. De esta
forma, los médicos podrán, a partir de ahora, determinar si sus enfermos de cáncer están respondiendo,
o no, a un tratamiento determinado.
"Si tienes un test
rápido que pueda decirte si hay mayor o menor cantidad de estas células en la
sangre a medida que pasa el tiempo, eso ayudará a monitorizar la progresión
tanto de la terapia como de la enfermedad", explica Jeff Karp, del Center
for Regenerative Therapeutics at Brigham and Women's Hospital en Boston y uno
de los autores del trabajo, junto a un grupo de ingenieros del MIT.
Esta clase de dispositivo también podría utilizarse para llevar
a cabo tratamientos personalizados,
uno de los actuales objetivos de la lucha contra el cáncer. Y es que dos seres
humanos diferentes, pero con un mismo tumor, pueden evolucionar de formas
completamente distintas. Por eso, gracias a este eficaz método de captura de
CTCs, los médicos podrán probar, "sobre la marcha" varios cócteles de
fármacos y determinar cuál de ellos será más eficaz.
Más células capturadas
El número de CTCs
presentes en un solo mililitro de la sangre de un paciente puede oscilar entre
unos pocos y varios centenares. Hasta ahora, para aislar este escaso número de
células del resto, los investigadores han intentado construir "canales de
microfluídos", dotados de anticuerpos específicos para una proteína
presente en las células que se pretende capturar. Sin embargo, y debido al
hecho de que esos anticuerpos apenas se extienden unas decenas de nanómetros
(milmillonésimas de metro), la captura de estas células errantes resulta
desesperantemente lenta.
Pero ahí es precisamente
donde entran en juego los filamentos de ADN inspirados en los tentáculos de una
medusa. Al ser mucho más largos (hasta varios centenares de micras, o
millonésimas de metro), logran capturar muchas más células que los
convencionales. Los tentáculos están unidos a un canal de microfluídos en forma
de espiga, lo que causa que la sangre forme pequeños remolinos a lo largo de la
estructura y entre en contacto con ellos.
Al estar hechos de ADN,
los tentáculos pueden además llevar "enganchadas" diferentes clases
de enzimas, gracias a las que pueden "capturar" a las células
tumorales por el simple método de "engancharlas" por sus proteínas.
En la actualidad, los
científicos trabajan ya en el siguiente paso de su creación y pronto lograrán
que sus fibras de ADN sean capaces no solo de capturar células de leucemia,
sino de otras clases de tumores.
http://www.abc.es/20121113/ciencia/abci-crean-medusa-para-captar-201211130953.html