El objetivo del Ministerio de Sanidad es
ahorrar y la competencia entre las compañías de genéricos y las innovadoras se
ha traducido en bajadas de precios. Pero, incluso costando lo mismo, en la
botica se sigue dando el medicamento genérico en lugar del original. Aunque
contienen idéntico principio activo y se hayan testado y autorizado, los
pacientes se sienten desconcertados cuando pasan a tomar esa nueva versión de
su fármaco de toda la vida. Además, algunas compañías de genéricos compran sus
productos y el dossier de registro a otras empresas de países como Corea, India
o China, lo que para algunos implica una cierta falta de control de calidad
Las
autoridades sanitarias han ido poniendo la etiqueta del ahorro en multitud de
áreas del sector sanitario, entre otras, la de los medicamentos. Cada mes baja
el precio de los mismos y aumenta la competencia entre los de marca y los
genéricos. Antes, a igualdad de precio se prescribía cualquiera de los dos.
Ahora, pese a que cuesten lo mismo, es el genérico el que se dispensa en la
farmacia. Tanto cambio normativo en poco tiempo genera confusión entre los
pacientes, que a veces no están seguros de si el tratamiento genérico es igual
que el original, descubierto por una compañía que ha invertido millones para
sacarlo adelante y ha realizado los preceptivos ensayos clínicos.
Antecedentes
«El real decreto que permitía que a igualdad de precio se diera el de marca o el genérico permitió que en agosto del año pasado hubiera un repunte de marcas. Pero con el real decreto de abril de este año, a igualdad de precio se indica también el genérico. Con la política actual, para ser más competitivos los laboratorios pueden bajar un 10 por ciento el precio todos los meses», dice Ana Molinero, vicepresidenta dela Sociedad Española de Farmacéuticos Comunitarios
(Sefac). De hecho, según los últimos datos de la consultora IMS, los genéricos
ya suponen cerca del 32 por ciento del mercado (en unidades). No obstante, «en
euros sólo representa el 17 por ciento del total del mercado farmacéutico, muy
por detrás de otros países europeos donde alcanzan el 25 por ciento», aclara
Ángel Luis Rodríguez de la
Cuerda , director de la patronal de los genéricos (Aeseg).
Antecedentes
«El real decreto que permitía que a igualdad de precio se diera el de marca o el genérico permitió que en agosto del año pasado hubiera un repunte de marcas. Pero con el real decreto de abril de este año, a igualdad de precio se indica también el genérico. Con la política actual, para ser más competitivos los laboratorios pueden bajar un 10 por ciento el precio todos los meses», dice Ana Molinero, vicepresidenta de
Para el Ministerio el genérico resulta interesante porque provoca una bajada del precio de los medicamentos de marca. Según explican desde Aeseg, en 12 años desde su implantación en España, ha supuesto un ahorro de 12.000 millones de euros (1.000 millones anuales). Sin embargo, según fuentes del sector, «al Ministerio se le va de la mano. El precio del original también baja para igualarse, pero llega un punto en el que no sale rentable disminuir tanto el precio». Lo que significa que, si la marca se retira del mercado y la empresa que fabrica el genérico no es capaz de abastecer a todos, pueden provocarse situaciones como la del pasado mes de julio con la simvastatina –medicamento importante para el control del colesterol–, que no llegaba a las farmacias. «Bajaron el precio. Al prescribir por principio activo y el genérico ser el más barato, los laboratorios que lo comercializaban no tenían capacidad de abastecer a todo el país».
Consecuencia: las farmacias ya no tienen «stock» para no arriesgar, porque al mes puede que ese fármaco ya no sea el más barato y no lo puedan vender.
Rodríguez de
Kamikazes
Mientras unos y otros batallan por mantenerse en el mercado, algunas compañías de genéricos hacen negocio fuera de España. Son empresas «kamikaze» que compran el producto en el extranjero y lo traen aquí. «Esas terceras empresas implicadas se dedican también a hacer el dossier de registro para el producto genérico. En Hungría y Europa del Este hace tiempo que ya trabajaban así. Ahora el negocio se ha ido desplazando también a
Peligro de extinción
Si estas firmas se hacen con el negocio, (porque al fabricante original no le trae a cuenta reducir más el precio) y luego no pueden suministrar a toda la región... El medicamento puede desaparecer. Algo que ya ocurrió con un antidepresivo, un inhibidor de la monoaminooxidasa (IMAO). Este fármaco desapareció del mercado. Y se empleaba para depresiones severas, motivo por el cual los psiquiatras se «subían por las paredes».
Lo mismo sucedió con la kanamicina, un antibiótico que desapareció en Estados Unidos. «Ya no se encuentra porque el precio no interesa, por lo que ahora
Otra de las cuestiones que surgen al respecto es que si el medicamento no tiene genérico en España, es posible que el original se comercialice durante un periodo más largo de tiempo. Lo cual beneficiaría a los laboratorios que tanto han invertido durante 15 años. Sin embargo, tal y como explica Santiago Cuéllar, responsable de Acción Profesional del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) «la regulación sobre poder hacer genéricos está determinada por
Otras veces el genérico se «inmoviliza» porque el original logra la autorización de ese medicamento para otra indicación, es decir, para tratar otra dolencia. De ahí el retraso. Y es que los laboratorios fabricantes de fármacos originales invierten muchísimo dinero, y gracias a ello también se continúa la investigación. Según señalan desde la patronal de las farmacéuticas en España, Farmaindustria, «el desarrollo del medicamento cuesta cerca de mil millones de euros. Lo que defendemos es que, a igualdad de precio, se fomente la investigación y que se sea neutral. Hemos objetado con PP y PSOE esa discriminación en favor de los genéricos, un mercado que ya está bien consolidado».
¿Dónde están entonces las verdaderas diferencias entre ambos tipos de fármacos? ¿Por qué la población no termina de fiarse? Los expertos consultados están de acuerdo en que la efectividad de los genéricos es la misma. Es decir, éstos no son peores tratamientos, pese a la creencia popular de que los efectos no son los mismos que los de los productos originales.
Antonio Aguilar Ros, profesor de Biofarmacia y Farmacocinética de
Otro problema para los usuarios es el envase. La aceptación es complicada, sobre todo por parte de las personas mayores. El problema radica en que en estos años han surgido muchos laboratorios genéricos, cada uno de ellos con sus cartonajes y tipos en embalaje (blíster) distintos, y en los mayores polimedicados es complicado cambiarles el tipo de caja, o el color de la pastilla, a pesar de que se les informa de que es lo mismo.
Esto puede traer como consecuencia que no sigan la terapia o que se produzca un error de posología.
http://www.larazon.es/noticia/2783-genericos-y-de-marca-tienen-ambos-farmacos-la-misma-eficacia