El Gobierno ha ofrecido las claves de cómo será el banco malo, qué
ofrece a los inversores que pongan su dinero en él, y cuál es el proceso por el
que va a vehicular los activos tóxicos desde los balances de los bancos al mercado.
1) Es un cubo de basura. El cubo al que los bancos
van a entregar sus activos tóxicos, a un precio menor que el que reflejan en
sus balances, para que luego esa sociedad de gestión de activos, llamada Sareb,
los venda en el mercado. Se hará cargo de los activos adjudicados y vinculados
al crédito promotor, de las entidades que reciban ayudas. El Gobierno calcula
que tendrá un tamaño de 60.000 millones de euros y poseerá 89.000 pisos y 13
millones de metros cuadrados de suelo.
2) Es, también, una lavadora, porque
limpia los balances de los bancos. El objetivo es que los inversores vuelvan a
confiar en las entidades crediticias españolas porque ya no tendrán cadáveres
escondidos en los armarios. De este modo se podrán financiar de nuevo en el
mercado privado, sin recurrir al BCE, y podrán volver a dar crédito a la
economía privada, aunque para esto último queda aún bastante.
3) El objetivo del Gobierno es que
el grueso del capital de la
Sareb sea privado. Para eso, asegura una rentabilidad
mínima del 15 por ciento. Por eso se traspasarán los activos con un
considerable descuento. Del 79,5 por ciento en el caso del suelo, del 63,2 por
ciento en las promociones en curso, del 54,2 por ciento en las viviendas
terminadas.
4) Tendrán ventajas fiscales.
Tributará al 1 por ciento en el Impuesto de Sociedades, como las Sicav. Y están
exentos de tributar en España las rentas obtenidas por los no residentes sin
establecimiento permanente. La compraventa de acciones y el reparto de
dividendos tendrán la fiscalidad de rendimiento del capital inmobiliario para
las personas físicas, y tributará al 27 por ciento, a partir de los 24.000
euros.
5) El BCE podrá tener una presencia permanente en el organismo. La
supervisión corresponde al Banco de España, con el refuerzo de una comisión de
seguimiento en la que estarán varias instituciones: “representantes del
Ministerio de Economía y Competitividad, Hacienda y Administraciones Públicas,
Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Podrán
incorporarse observadores de carácter permanente como el Banco Central Europeo
(BCE)”.
6) Se crearán varios fondos, con
tipos de activos distintos, diseñados para satisfacer la diversa demanda de los
inversores institucionales.
7) Durará hasta el año 2027.
Comienza a operar el 1 de diciembre, y tiene una vida prevista de 15 años. Los
primeros años, con todo, serán complicados, porque el valor de esos activos no
va a subir todavía.
8) Dinamizará el mercado
inmobiliario. Los activos, puestos a la venta en el mercado, podrán ponerse
al servicio de las necesidades de los españoles y, en el caso de que se haga a
buen precio, podrán ser una oportunidad de negocio.
9) Lo financian los bancos con sus
propios beneficios. En realidad, con las provisiones que detraen de los
beneficios pasados y futuros. Con esas provisiones harán frente a las pérdidas
derivadas de dar una valoración menor a los activos que tienen en sus balances.
http://www.elimparcial.es/economia/las-nueve-claves-del-banco-malo-114302.html