EFE / GINEBRA
Las infecciones entre la población heroinómana
española pasaron de las 6.200 al año de principios de los 90 a 690 nuevos contagios en
2010
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto a España como ejemplo
de cómo controlar las infecciones de VIH gracias al tratamiento con metadona de los heroinómanos.
La edición de febrero del
Boletín de la OMS ,
la revista mensual de la institución, se dedica a destacar tratamientos
innovadores para el tratamiento de personas dependientes de los opiáceos, y uno
de los ejemplos que se cita es el caso de España.
El texto de la experiencia española que recoge el Boletín está
redactado por la doctora Marta Torrens, jefa del programa de Adicciones del
Instituto de Neuropsiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona. En él se
demuestra que las infecciones de VIH entre la población heroinómana española
pasó de las 6.200 al año de principios de los 90 a690 nuevos contagios en
2010. La causa principal de esta reducción es la gran implantación de los
programas de metadona entre los adictos a la heroína.
Los tratamientos con
metadona se proporcionan de forma gratuita a todas las personas diagnosticadas
con dependencia de la metadona, y cuando van a obtener la medicina, se les
entregan también agujas limpias, además de tratamientos antirretrovirales en el
caso de que ya se hayan infectado con el virus del sida.
En 2010, el 60 por ciento
de los españoles que se inyectaban drogas ilícitas participaba en un programa
de tratamiento de la dependencia con metadona, un porcentaje que rondaba el 21
por ciento 1996.
«España logró este éxito
al quitar restricciones innecesarias sobre cuándo y cómo las heroinómanos
podían recibir metadona, al no limitar la dosis o la duración del tratamiento y
al permitir a determinados pacientes que se lleven las dosis a casa», explica
Torrens en el artículo.
«Algunos programas de tratamiento con drogas echan a gente de
los programas al primer signo de comportamiento difícil, pero el programa de
metadona español hace todos
los esfuerzos necesarios para mantener a los pacientes en tratamiento lo más
que se pueda», agrega la doctora. Este control diario ha permitido que al año
el 72 por ciento de los pacientes prosiga con el tratamiento.
Cómo se utiliza
La metadona se ingiere,
normalmente, en forma de jarabe y produce niveles estables de opiáceos en la
sangre de los pacientes en las 24 horas que siguen a cada dosis.
De esta manera, los
pacientes no experimentan ni intoxicación ni rechazo. Con el tiempo y con dosis
adecuadas, la metadona bloquea el efecto de la heroína, y como resultado los pacientes
eventualmente dejan de usarla.
Menos heroína significa
menos jeringuillas usadas, y por tanto menos VIH, hepatitis y otras
infecciones, menos sobredosis y menos crímenes. Además, los tratamientos con
metadona ayudan a los pacientes a reconstruir sus relaciones familiares y a
reintegrarse en la sociedad, resalta el artículo.
«La prevalencia del VIH
entre las personas que usaban drogas en España era del 60 por ciento hace 20
años. Hay un gran potencial de infección de las personas que usan drogas inyectables
a la población en general. Controlar el VIH en las personas que usan drogas
inyectables es esencial para controlar el VIH en la población general», señala
Nico Clark, de la unidad de abuso de drogas de la OMS.
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