Galicia - La
investigación no está todavía concluida y podría haber más detenciones
relacionadas con el accidente laboral.
Los
responsables de la investigación detectaron posibles irregularidades en las
certificaciones que, de manera supuestamente falsa, daban fe de la realización
de los cursos
Las
indagaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil llevaron hasta una empresa de la
ciudad olívica porque el joven electricista que falleció en el accidente
laboral tenía la obligación de pasar cursos de formación sobre riesgos
laborales. En la documentación que presentó la empresa conforme a la cual
habría pasado la formación necesaria en materia de prevención se detectaron
anomalías que conducen a la hipótesis de que la víctima no hizo el curso y que
las certificaciones podrían haber sido falsificadas.
Los agentes
detuvieron a una formadora que fue presuntamente la encargada de firmar las
actas de asistencia y a uno de sus superiores. La investigación continúa
abierta y no se descarta que se practiquen más detenciones relacionadas con
este caso. De momento ya son cuatro las personas detenidas en relación con el
accidente laboral que acabó con la vida del trabajador, de 23 años. La Guardia Civil detuvo
la semana pasada a sus abuelos.
Tras las
investigaciones realizadas, se presume que el abuelo del trabajador y
propietario de la empresa, cometió un delito contra los derechos de los trabajadores,
puesto que su nieto no estaría trabajando con el material adecuado para su
seguridad.
Por su parte,
a la abuela, se le imputa un delito de encubrimiento por haber ocultado
presuntamente pruebas de las negligencias que detectaron los investigadores.
El trabajador estaba
preparando un enganche en el centro cultural de Budiño para las fiestas patronales
de san Blas cuando sufrió una descarga eléctrica que provocó su muerte en el
acto. Al parecer, el joven no llevaba guantes protectores.