Hace dos años, los multimillonarios fundadores de Microsoft, Bill
y Melinda Gates, lanzaron la campaña “The Giving Pledge” (Promesas de Donación), para que los
ricachones de EEUU donaran la mayor parte de su fortuna antes de morirse.
Repetimos: donasen la mayor parte de su fortuna.
En un año,
más de 50 grandes fortunas se habían sumado a esta campaña. Una de las últimas
ha sido George Lucas, el padre de la saga
Star Wars (La Guerra de las Galaxias). Un portavoz de Lucas confesó a The
Hollywood Reporter que
el cineasta donaría la mayor parte de los 4.000 millones de dólares que había recibido de Disney por la venta de su productora, Lucas
Films.
¿Se han
vuelto locos los norteamericanos? ¿Donar tanto dinero?
Pues sí.
Forma parte de su cultura. Las grandes universidades privadas viven de fondos
de ex alumnos que se han hecho ricos. Hay fundaciones, institutos de
investigación, hospitales y todo tipo de ONG que se alimentan de las inmensas donaciones. Las donaciones ofrecen
beneficios fiscales, por supuesto. Pero ¿darían ustedes casi toda su fortuna
para ahorrarse los impuestos? Temo que no.
Pero es que
hay más: Bill Gates, Warren Buffet y muchos otros millonarios piden que se suban los impuestos a las grandes herencias. Han leído
ustedes bien: los ricos norteamericanos piden que les suban los impuestos.
Si pensaban
que ya no podían aguantar más provocaciones, deberían saber que Warren
Buffett, el inversor que siempre ocupa la lista de los más
ricos del mundo, dijo hace pocos años: “Creo que una persona rica debe dejar a
sus hijos lo suficiente para que hagan algo pero no tanto como para que no
hagan nada”.
Denunciaba
con ello la enfermedad del niño rico, que se acostumbra a no hacer nada
porque todo lo ha heredado. Por esa razón, en 2006 firmó en la Biblioteca
Pública de Nueva York un documento por el cual donaría el 85% de su fortuna a
ONG y obras de caridad.
Bill Gates
piensa de la misma forma: “Dejarles todo mi dinero a mis hijos sería una irresponsabilidad“.
Mientras
tanto, al otro lado del Atlántico… los millonarios españoles piden que se les bajen los impuestos para que puedan invertir con mayor
comodidad. Y sus hijos les jalean pues así heredarán una fortuna aún más
inmensa.
Y eso que
gracias a un invento perverso llamado SICAV los millonarios españoles pagan
impuestos de risa en comparación con el resto del país.
Mensaje a
todos ellos: si tanto os gusta EEUU, ¿por qué no os estiráis como
ellos? Aprovechad el momento, ahora que hay crisis.