Sergio
R. Viñas |
Actualizado lunes
10/06/2013
Una llamada en
la puerta de la consulta del médico. – ¿Qué le sucede? –Tengo lumbago.
Ante esta
situación, tan típica en dependencias sanitarias, al facultativo no le queda
otro remedio que creer a su paciente, asumir que su dolor muscular en la espalda es cierto
y recetarle antiinflatorios o fisioterapia. Un problema que,
pese a los inmensos y numerosos avances científicos en las últimas décadas,
nadie había podido solucionar. Lumbia es un dispositivo que aspira a llenar ese
gigantesco hueco de mercado. Mediante electromiografía, este producto
ideado por Tecnalia permite detectar qué músculo de la espalda es el que dañado
y dotar a los sanitarios de información útil para recetar el mejor tratamiento
médico posible. En el futuro, también avisará al usuario cuando su postura sea perjudicial para la salud.
De paso, sirve para detectar fraudes.
"Lumbia es
un dispositivo implantable y no invasivo. Consta de
una serie de sensores y actuadores que se colocan en la espalda a modo de
parches, como electrodos de un electrocardiograma. Este sistema se encarga de
monitorizar los músculos más importantes que tenemos en la espalda y de
determinar si el funcionamiento y la postura de estos músculos es
correcta o no. Esto se hace por electromiografía, la técnica
consistente captar las señales eléctricas, en este caso de cada uno de los
músculos. Esas señales eléctricas, por vía inalámbrica, se traslada al médico,
que en un ordenador tiene todas las herramientas y el software para analizar
los datos, conocer las causas de la dolencia,
saber qué músculo es el afectado y recetar el tratamiento específico sobre esa
parte afectada", resume Ignacio Manzanares, director de Salud
de Tecnalia.
Este proyecto
comenzó en una fase muy temprana en el año 2009 y, tras muchas investigaciones
durante cuatro años con un equipo rotatorio de entre
tres y cuatro investigadores, ya tienen un prototipo
precomercial, que es el que se muestra en la fotografía que ilustra este
reportaje. La faja no tiene ninguna función terapéutica, simplemente sirve de soporte
para los electrodos que
forman parte del sistema de Lumbia. En el prototipo comercial, está previsto
que desaparezca la caja y pasen a sujetarse con un pequeño cinturón, ya que la
empresa que posee la licencia ha logrado reducir el tamaño de los electrodos, "como
canicas pequeñas", y de los cajetines que los sostienen.
Manzanares
explica que, si bien la lumbalgia no suele ser una enfermedad grave, sanitariamente
es un "problemón", ya que muchas bajas laborales se
deben a esta causa y no existe una terapia efectiva para paliarla. "A
veces se receta rehabilitación, otras antiinflamatorios, pero el riesgo de recaída es muy alto",
añade el director de Salud de Tecnalia.
Lumbia recoge
los datos del funcionamiento de cada uno de los músculos de la espalda y los transfiere, vía
inalámbrica, a un ordenador –en el futuro podrá utilizarse una tablet–, sea el
del médico o el del usuario que lo lleva. "Una vez que el médico comprueba
que el dolor existe y dónde se produce, la fisioterapia puede ser más específica.
A veces, te dan microondas o corrientes y te las dan un poco a lo loco, en mitad
de la espalda y ya está. Con Lumbia, la terapia puede estar más dirigida. Los
quiroprácticos también pueden tener necesidad de esto. En recetar medicamentos
no se producen ventajas, es el único caso, porque los fármacos hacen efecto en todo el cuerpo",
comenta Manzanares.
Lumbia tiene
además un sistema de alarma, que advierte al médico de las malas posturas del paciente en cuestión. Eso en su
primera versión –que está desarrollando la empresa italiana BTS, experta en
electromiografía–, ya que en la segunda etapa, más enfocada a usuario final que
a profesionales sanitarios, el aviso será instantáneo. El director de Salud de
Tecnalia que, "en una versión más avanzada, la
intención es que la gente lo pueda llevar por la calle o en casa y que sea más simple, con avisos de
malas posiciones de la espalda. La posición ideal depende de cada cuál, hay
gente con musculatura más robusta, que soporta más movimientos bruscos".
Utilidad contra el fraude
Aunque no es su
pretensión principal, Lumbia tiene una
gran utilidad en la detección de falsas lumbalgias. Como es un
problema que hasta ahora no tenía un sistema de detección fiable, muchas
personas se amparaban en él para justificar una baja laboral. Lumbia puede
acabar, a medio plazo, con el fraude que supone este tipo de prácticas.
"Al menos a nivel muscular, Lumbia es capaz de medir si una persona está
fingiendo una lumbalgia. Pero es cierto que algunos dolores no
tienen un origen muscular, no son lumbalgias. Si tienes un problema en la
médula o de tipo neuronal, puedes tener dolores sin problema muscular,
ahí no entra Lumbia. En muchas falsas bajas laborales, el dolor de espalda es
lo más socorrido y el médico no tiene herramientas para determinar si el dolor
es muscular o no. Ahí los médicos están perdidos, porque sólo tienen la palabra
del paciente diciendo que les duele. No existen mecanismos de detección, por
eso entendemos que tiene utilidad enorme y estamos recibiendo grandes muestras
de entusiasmo por parte de especialistas, porque cubre un gap que no existe
ahora mismo. Lo ven como un bombazo", comenta
con entusiasmo Ignacio Manzanares.
En primera
instancia, la previsión es que cada unidad de Lumbia cueste varios miles de euros, ya que se
trata de un producto muy específico para profesionales de la salud. Cuando
logren que este dispositivo haya penetrado en el mercado, se pondrán manos a la
obra para diseñar una variable
destinada al usuario final, cuyo precio, según Manzanares, no
sería superior a mil euros en ningún caso.