MADRID, 12 Mar. (EUROPA
PRESS) -
La mortalidad de los
enfermos de VIH ha logrado equipararse a la de al población general, gracias al
buen control de la infección que se ha conseguido con un diagnostico y
tratamiento precoz, según los resultados de una investigación liderada por el
Instituto de investigación del sida IrsiCaixa publicada en la revista 'AIDS'.
Esto ha sido posible después de décadas de
investigación y a pesar de que aún no se ha conseguido curar la infección por
VIH. Sin embargo, la terapia antirretroviral (TAR) ha demostrado tener éxito y
los diferentes medicamentos disponibles han contribuido a aumentar tanto la
esperanza como la calidad de vida de las personas infectadas por este virus.
Para comparar el índice de mortalidad entre los
adultos infectados y la población genera, los investigadores realizaron un
análisis con 3.300 pacientes que seguían un tratamiento en el marco de dos
ensayos clínicos internacionales, llamados SMART y ESPRIT.
El estudio incluyó pacientes que seguían TAR, de
edades comprendidas entre los 20 y los 70 años (20% mujeres y 80% hombres), que
no eran usuarios de drogas inyectables, con un nivel indetectable de virus en
sangre y un número de unos glóbulos blancos llamados CD4, la principal diana
del VIH, superior a los 350 en cada mm3 de sangre (el nivel normal de estas
células en una persona sana es de entre 500 y 1.000 CD4+ células/mm3).
En Europa, más del 50 por ciento de los nuevos
diagnósticos están por debajo de los 350 CD4+ y en África, cerca del 70 por
ciento. No obstante, en la mayoría de los casos estos niveles pueden aumentar
si se garantiza un rápido acceso al tratamiento en una etapa temprana de la
infección.
Durante el periodo de seguimiento del estudio, que ha
durado unos tres años, se registraron 62 muertes, pero solo un 3 por ciento de
estas estaban relacionadas con el sida. El resto, un 97 por ciento, se produjo
principalmente por dos motivos: enfermedades cardiovasculares y muerte súbita.
"El índice de mortalidad fue mayor que el de la
población general únicamente en los pacientes con un nivel de CD4+ por debajo
de los 500 por mm3", ha explicado Roger Paredes, que forma parte de la Unidad de VIH del Hospital
Germans Trias i Pujol, en Badalona.
Según este experto, no hay ninguna evidencia de que
los pacientes infectados por VIH que siguen terapia antirretroviral, con un
nivel indetectable reciente de cantidad de virus en sangre y que ha mantenido o
recuperado el número de células CD4+ hasta los 500 por mm3, no tienen un mayor
riesgo de mortalidad que la población general".
BAJA
PRESENCIA DEL VIRUS EN SANGRE
Para los autores del trabajo, un buen control de la
infección por VIH implica que el paciente responde bien al tratamiento antirretroviral
y que tiene un nivel muy bajo del virus en sangre y un funcionamiento normal
del sistema inmunitario.
"Alrededor del 60 por ciento de los pacientes
del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona, han conseguido recuperar o
mantener el sistema inmunitario con el tratamiento y, por tanto, tienen el
mismo índice de mortalidad que la población general", ha explicado Roger
Paredes, que forma parte de la
Unidad de VIH en el centro.
De hecho, es "probable" que gran parte del
exceso de mortalidad asociada al VIH se pueda prevenir con un diagnóstico
precoz y el inicio de la TAR ,
junto con un buen seguimiento del paciente que permita una mejor adherencia al
tratamiento", ha añadido Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa.
Sin embargo, Clotet puntualiza que este enfoque no es
suficiente y recuerda que "siempre hay un grupo reducido de pacientes,
entre un 10 y un 15 por ciento, que, pese a los esfuerzos, no conseguirán una
buena recuperación de su sistema inmunitario".