MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio sugiere
que las migrañas (dolores de cabeza intensos, pulsantes, a veces acompañado de
náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz) están relacionadas con anormalidades
cerebrales presentes en el nacimiento y otros que se desarrollan con el tiempo,
según las conclusiones publicadas en la revista 'Radiology'.
Algunos pacientes experimentan auras, un cambio en la
función visual o sensorial que precede o se produce durante la migraña, una
condición que sufren más de 300 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial
de la Salud. La
investigación anterior en pacientes con migraña ha demostrado atrofia de las
regiones corticales (corteza o capa exterior) en el cerebro relacionadas con el
procesamiento del dolor, posiblemente debido a la estimulación crónica de
dichas zonas.
Gran parte de la investigación que se ha centrado en
morfometría basada en vóxel, que proporciona las estimaciones del volumen
cortical del cerebro. En el nuevo estudio, científicos italianos utilizaron un
enfoque diferente: un método de resonancia magnética basado en la superficie
para medir el grosor cortical.
"Por primera vez, se evaluó el grosor cortical y
las alteraciones superficiales de la zona en los pacientes con migraña, que son
dos componentes de volumen cortical que proporcionan piezas de información
diferentes y complementarias", dijo Massimo Filippi, director de la Unidad de Investigación de
Neuroimagen en la 'Università Ospedale San Raffaele' y profesor de Neurología
en la Universidad
de San Vita-Salute del Instituto Científico Raffaele de Milán (Italia).
"En efecto, la superficie cortical aumenta
drásticamente durante el desarrollo fetal tardío como consecuencia del
plegamiento cortical, mientras el espesor cortical cambia dinámicamente a lo
largo de toda la vida útil como una consecuencia del desarrollo y la
enfermedad", agrega este experto.
El doctor Filippi y sus colegas usaron imágenes por
resonancia magnética (MRI) para adquirir imágenes 3-D cerebrales ponderadas de
T2 y T1 de 63 pacientes con migraña y 18 controles sanos. Mediante el uso de
software especial y el análisis estadístico, se calcula el espesor cortical y
la superficie y se correlacionaron con las características clínicas de los pacientes
y radiológicos.
TIENEN
MENOR ESPESOR CORTICAL
Comparado con los controles, los pacientes con
migraña mostraron menor espesor cortical y el área de superficie en las
regiones relacionadas con el procesamiento del dolor. Había sólo una mínima superposición
anatómica del espesor cortical y alteraciones corticales de superficie, con
anormalidades corticales de superficie más pronunciada y distribución de
anormalidades de espesor corticales.
La presencia de aura e hiperintensidades en la
materia blanca, áreas de alta intensidad que en la RM parecen ser más comunes en
las personas con migraña, están relacionadas con la distribución regional de
espesor cortical y alteraciones superficiales de la zona, pero no con la
duración de la enfermedad y la frecuencia de los ataques.
"El hallazgo más importante de nuestro estudio
fue que las anormalidades corticales que se producen en pacientes con migraña
son el resultado del equilibrio entre una predisposición intrínseca, como se
sugiere por modificación de superficie cortical, y los procesos relacionados
con la enfermedad, como se indica por anormalidades en el grosor
cortical", concretó el doctor dijo Filippi.
"Las mediciones precisas de anomalías corticales
podrían ayudar a caracterizar mejor a los pacientes con migraña y mejorar la
comprensión de los procesos fisiopatológicos subyacentes a la enfermedad",
agregó este experto, que también reconoció que se necesita investigación
adicional para comprender plenamente el significado de las anomalías corticales
en las áreas de procesamiento del dolor de los pacientes con migraña.
"Si las anomalías son una consecuencia de la
repetición de los ataques de migraña o representan una firma anatómica que
predispone al desarrollo de la enfermedad es todavía objeto de debate",
afirmó. A su juicio, podría ser que los pacientes con migraña sean más
susceptibles al dolor y a un procesamiento anormal de las condiciones y
estímulos dolorosos.
Los investigadores están realizando un estudio
longitudinal del grupo de pacientes para ver si sus anormalidades corticales
son estables o tienden a empeorar con el transcurso de la enfermedad. También
están analizando los efectos de los tratamientos sobre las modificaciones
observadas de plegamiento cortical y mirando a los pacientes pediátricos con
migraña para evaluar si las anomalías representan un biomarcador de la
enfermedad.