DE INCISIONES DE 20 CENTÍMETROS A
APENAS 7
MADRID, 30 Mar.
(EUROPA PRESS) -
El uso de técnicas
mínimamente invasivas es cada vez más habitual en los quirófanos y poco a poco
comienza a aplicarse también en operaciones de corazón, donde además de reducir
las cicatrices también puede servir para acortar el tiempo de recuperación de
los pacientes, según ha destacado el cirujano Jacobo Silva, del Departamento de
Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Este experto ha explicado en declaraciones a Europa
Press que el uso de la cirugía cardiaca mininvasiva permite "reducir e
incluso evitar" la esternotomía completa, como se conoce al corte completo
y separación del esternón, la incisión habitual en operaciones de corazón.
De este modo, en lugar de realizar una incisión de
entre 20 y 25
centímetros puede haber casos en los que sea suficiente
con una incisión de "apenas siete centímetros".
Una vez realizada la incisión, se usan cámaras
endoscopicas que ayudan a mejorar la visión y en un último paso también se
puede usar un robot controlado por cirujano.
"Para la reparación de la válvula mitral en una
chica joven, basta con una incisión debajo del surco mamario. Y la chica se va
a poder poner incluso bikini sin que se note su cicatriz", ha defendido.
Este experto reconoce que "potencialmente"
se podría aplicar a entre el 50 y 60 por ciento de las operaciones de corazón,
ya que es posible realizar sustituciones valvulares, bypass coronarios e
incluso tratar algunos tumores o cardiopatías congénitas.
Sin embargo, en España apenas se utiliza en un 3 por
ciento de las operaciones de corazón y en los países donde ya está más
extendido su uso, como Estados Unidos, Francia o Alemania, su uso representa
entre el 10 y 15 por ciento del total de estas intervenciones.
Pese a ello, Silva tiene claro que se trata de una
alternativa "con enormes beneficios, y no sólo estéticos".
"También se reduce el tiempo de
recuperación", ha explicado este experto, ya que mientras que un paciente
suele irse a casa a los 7 días, con esta técnica puede hacerlo tras 4 o 5 días.
De igual modo, la incorporación al trabajo también es menor dependiendo de la
intervención realizada.
Por ello, y aunque parte del procedimiento requiere
una importante inversión inicial, este experto considera que el esfuerzo
económico "se compensa con la estancia postoperatoria y
hospitalaria".
"En la sanidad pública debemos buscar ideas en
esta época de crisis para mejorar la eficiencia, y con esta técnica reducimos
la estancia con un coste muy similar y conseguimos que el paciente se incorpore
antes a su actividad habitual", ha defendido.
De hecho, y como ha explicado este cirujano, desde la Sociedad Española
de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV) a la que pertenece ya se ha planteado
la posibilidad de crear cursos formativos para que los cirujanos
cardiovasculares puedan ampliar el uso de esta técnica.