La medida debía haber entrado en vigor el 1 de enero, pero Empleo lo
retrasó a 2014. Supondrá un ahorro medio de 30 euros mensuales para los
cotizantes por la base mínima.
El Gobierno retrasará al menos un año más
la aplicación de la normativa que obliga a los nuevos trabajadores autónomos a
cotizar para la cobertura por contingencias profesionales (accidentes de
trabajo o enfermedades profesionales), y que debería entrar en vigor el 1 de
enero de 2014. La prórroga, recogida en una disposición incorporada al borrador
de Presupuestos Generales del Estado 2014, va en coherencia con la política del
Ejecutivo popular de facilitar la entrada de nuevos emprendedores en el mercado
de trabajo. Una senda por la que también transitan medidas como la extensión de
la tarifa plana de 50 euros a todos trabajadores que se den de alta en el
Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) a partir de octubre.
La obligatoriedad de cotizar por
contingencias profesionales estaba contemplada en la ley 27/2011 sobre
actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social
-aprobada por el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero-, y se
pretendía aplicar a los autónomos que se dieran de alta desde el 1 de enero de
2013. Sin embargo, a los pocos meses de llegar al poder, el Gobierno del
Partido Popular decidió retrasar un año la entrada en vigor de la norma con el
objetivo de ?ayudar a crear riqueza y empleo?. Ahora llega una segunda prórroga
que alargará el plazo de aplicación hasta el 1 de enero de 2015, si bien
algunas asociaciones de autónomos pretenden ampliarla un año más.
En la actualidad, sólo los Trabajadores
Autónomos Económicamente Dependientes (TRADE) y los que se dediquen a la venta
ambulante están obligados a cotizar para la cobertura de enfermedades
profesionales y accidentes de trabajo. Una cotización en la que también está
incluido el cese por actividad, el llamado ?paro de los autónomos?. Sin
embargo, el colectivo de autónomos dependientes no es especialmente
significativo en cuanto a número, al menos en lo que se refiere a las
estadísticas oficiales. Para el resto, la cotización es voluntaria. Según datos
de la federación ATA, de los aproximadamente tres millones de autónomos
registrados en el RETA, poco más de la cuarta parte (540.000) han accedido a
cotizar cada mes para la cobertura de las contingencias profesionales.
Baremos según actividad
El porcentaje de cotización varía según
la actividad profesional, con un mínimo del 0,5% y un máximo del 7% sobre la
base reguladora. Así, los profesionales más expuestos a contraer enfermedades o
sufrir accidentes en el desempeño de su trabajo (por ejemplo, trabajadores de
la construcción) que cotizan voluntariamente están obligados a hacerlo por los
baremos más altos. De ahí que buena parte de ellos opten por acogerse a la
cotización voluntaria, pese al mayor riesgo objetivo de sus profesiones.
El ahorro para los nuevos autónomos que,
hasta que entre en vigor la normativa, se den de alta en el sistema, varía por
tanto en función de la tabla de cotizaciones establecida para cada profesión.
Si se aplica un porcentaje medio del 3,5% sobre la base reguladora mínima (856
euros), el ahorro sería de casi 30 euros mensuales.
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