MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
La llamada a Urgencias y la
asistencia por parte de los profesionales sanitarios antes de llegar al
hospital es "fundamental" de cara al pronóstico del accidentado en
motocicleta, según señala el coordinador del Grado de Fisioterapia de la Universidad CEU
San Pablo de Madrid, el profesor José Antonio Martín Urrialde.
Así lo ha asegurado el experto a Europa Press con motivo de la celebración este
sábado en la Facultad
de Medicina de este centro universitario de la 'II Jornada de Prevención y
Atención en Accidentes de Motocicleta', que organiza la universidad junto a la Asociación para el
Estudio de la Lesión
Medular Espinal (Aesleme) y la iniciativa solidaria
'Conducción Segura en Moto'.
A juicio de Martín Urrialde, en la primera llamada tras auxiliar al accidentado
"hay que informar de si éste está consciente y de si respira", además
de indicar la localización del herido. No obstante, la persona que le socorre
"no debe moverle, ni manipularle el casco", aclara.
En este sentido, especifica que "es un error ponerle boca arriba si se
encuentra en una posición rara", ya que puede tener una pequeña fractura
en una vértebra. Por su parte, y en relación al casco, hay que seguir el mismo
criterio, y es que "sólo se lo puede retirar personal de Emergencias, que
son los que están capacitados para ello", explica.
EL PROTOCOLO DE AUXILIO
CONSISTE EN PROTEGER, ASISTIR Y SOCORRER
Lo que sí puede hacer la persona auxiliadora es seguir el protocolo para este
tipo de casos, que consiste en "proteger, asistir y socorrer",
afirma. En el primer aspecto, lo que debe hacer la persona que encuentra al
herido es salvaguardar al motorista y a los que se paran a prestar auxilio
"colocando algún medio visual que avise a otros conductores de que en ese
punto ha habido un accidente", mantiene.
Tras ello, y en el apartado de asistencia, se enmarca la mencionada llamada
telefónica, que es el paso previo al socorro. En este punto, "hay que
taparle, transmitirle seguridad, decirle que ya se ha avisado a los servicios
de rescate e informarle de que se le va a acompañar hasta que lleguen",
declara.
Además, Martín Urrialde sostiene que se le tiene que coger el móvil "para
llamar a alguien". Todo ello es fundamental, pero no lo único, ya que en casos
de pérdida de extremidades o miembros "se le puede colocar algún
dispositivo para parar la hemorragia", manifiesta.
Una vez que se encuentren los servicios de Emergencias en el lugar del
siniestro, éstos deben de encargarse "de conseguir que el motorista llegue
en la mejor condición posible al hospital", asegura. Para ello, optan por
"controlar las hemorragias, garantizar la respiración y el pulso y
administrar suero para que no baje la presión", indica.
Dicho esto, y centrándose en el ámbito madrileño, sostiene que "hay que
romper una lanza en favor del SAMUR, que llega al lugar en un tiempo medio de
seis o siete minutos, lo que minimiza el riesgo", y es que la primera hora
"es fundamental".
LAS LESIONES VARÍAN EN
FUNCIÓN DEL IMPACTO
La gravedad de las lesiones del siniestrado dependen, en gran medida, de la
velocidad con la que se transita con la motocicleta y "del impacto contra
el guardarraíl", y es que, si hay colisión, pueden producirse
"hemorragias internas, amputaciones de miembros o la rotura de una
vértebra que deje al motorista parapléjico", además de la posibilidad de
que sea un accidente mortal, asegura.
No obstante, y en una situación "ideal", el motorista puede resbalar
y caer, y no golpear contra uno de estos elementos, lo que provoca,
frecuentemente, "fracturas de húmero o de clavícula", sostiene. Por
ello, apuesta por el cambio de los guardarraíles, que "son como una
cuchilla".
Además, Martín Urrialde señala que durante la jornada se va a hacer hincapié en
la importancia de "llevar casco, ropa adecuada y protecciones de manos
pies", así como que se va a realizar un ejercicio práctico para enseñar a
saber si el accidentado respira sin tener que moverle.
Una vez que el motorista ha sido intervenido en el hospital y está considerado
como fuera de peligro, llega el momento de la rehabilitación fisioterapéutica.
"Las lesiones a tratar suelen ser roturas y desgarros de músculos que
provocan un largo periodo de trabajo", asegura al respecto.
Durante el tiempo de trabajo compartido, el fisioterapeuta y el paciente
adquieren "una buena relación", tras la cual se devuelve la capacidad
para montar en motocicleta, "siempre que se supere el aspecto
psicológico", concluye.