EP / MADRID
Día 03/05/2013 - 19.11h
Serán enviadas a
laboratorios internacionales que permitan desarrollar nuevas pruebas de
diagnóstico
En este trabajo ha sido
vital la labor realizada por el Centro Colaborador de este organismo de
Naciones Unidas de Pekín, en China, que ha utilizado las dos tecnologías
disponibles, el reordenamiento clásico y la genética inversa, para potenciar el
reagrupamiento necesario para el desarrollo y producción de vacunas.
El proceso se estableció
en 1970 y sobre todo se ha ido reforzando tras la respuesta que hubo que
ofrecer ante las pandemias causadas por el virus H5N1 y el H1N1, y en él
participan 150 laboratorios de 111 países gracias al grupo de evaluación y
respuesta de la OMS.
Los virus candidatos a una
vacuna suelen ser ofrecidos a los laboratorios interesados en su desarrollo
después de una serie de pruebas de seguridad y caracterización pero, ante la
necesidad de agilizar la respuesta, se llegó a un acuerdo para poder liberar
datos antes de que finalicen dichas pruebas.
En concreto, un posible
candidato a vacuna puede estar disponible en el momento en que el virus
recombinante haya superado satisfactoriamente una prueba de secuenciación
genética y da positivo a las pruebas de supervivencia en embriones de pollo.
Pese a todo, la OMS
exige que los fabricantes se sometan a unas rigurosas normas de bioseguridad,
similares a las necesarias para manipular virus de tipo salvaje.