viernes, 25 de enero de 2013

DIVULGATIVOS: LAS MUJERES VÍCTIMAS DE MALOS TRATOS CONTARÁN CON UN CIRCUITO DIFERENCIADO EN LAS URGENCIAS DE LOS CENTROS SANITARIOS

El protocolo asistencial diseñado por la Consejería de Salud y Bienestar Social garantiza la intimidad en la atención y guía al profesional sobre cómo actuar en casos de violencia de género

Las mujeres que viven en situación de malos tratos que requieran atención sanitaria urgente en los centros sanitarios se beneficiarán de un circuito asistencial diferenciado que garantice su intimidad y permita realizar la entrevista clínica y la asistencia sanitaria en condiciones de seguridad. Así se recoge en el nuevo Protocolo andaluz de actuación sanitaria desde el ámbito de urgencias ante la violencia de género diseñado por la Consejería de Salud y Bienestar Social.
El documento ayudará a los profesionales de las Urgencias a prestar una atención integral a las mujeres mayores de 14 años sometidas a violencia. En el protocolo, se recogen las distintas actuaciones que deben tener en cuenta los profesionales en función de si la mujer reconoce o no ser víctimas de malos tratos y se establecen circuitos diferenciados en cada caso.
Si la mujer reconoce que ha sufrido malos tratos, se activa de forma inmediata un circuito específico que incluye que la permanencia en un espacio diferenciado para garantizar su intimidad, confidencialidad, seguridad y protección. En caso de que la víctima no lo admita, pero los profesionales sospechen de este motivo, se realizará una entrevista que incida en los aspectos biológicos y psicosociales de la mujer. Igualmente, se trasladará al equipo de Trabajo Social de su centro de atención primaria de referencia la sospecha detectada para que se actúe teniendo en cuenta estas circunstancias.
Esta guía, que se suma al protocolo ya existente para los profesionales de atención primaria, persigue mejorar la calidad de las actuaciones que se desarrollen con mujeres en situación de maltrato o agredidas sexualmente.
Parte al juzgado
Otro apartado fundamental en el documento se refiere a la elaboración del parte de lesiones para remitir al juzgado, sobre todo cuando la mujer decida denunciar la agresión. Entre otras cuestiones, se recuerda a los profesionales que el parte al Juzgado debe leerse a la mujer y ser informada de las implicaciones que conlleva. Igualmente, se definen los conceptos que debe incluir el parte: datos del personal facultativo que la ha atendido, datos de filiación de la mujer, identificación del tipo de violencia, lesiones que presenta (describir el tipo de lesiones, descripción, localización y posible fecha de las mismas).
En este sentido, se recuerda la importancia de que las lesiones (cutáneas, músculoesqueléticas, oculares, auditivas, genitales, internas, etc.) se describan de manera detallada en cuanto a tipo, forma, dimensión, color y localización, con lo cual se facilitará su posible fecha de producción.
Además, el protocolo señala a los profesionales la importancia de prestar especial atención a las lesiones más antiguas o en distinto estadio evolutivo como prueba de reiteración del maltrato y se señala que, cuando sea posible, se realicen fotografías de las lesiones, solicitando previamente consentimiento a la persona atendida.
En cuanto al estado psíquico y emocional de la mujer, el protocolo recuerda a los profesionales que el maltrato psicológico puede reflejarse en síntomas de depresión, ansiedad, tendencias suicidas, somatizaciones o síndrome de estrés postraumático, entre otros. Además, se recogerán los datos relacionados con el motivo de la asistencia: cómo han ocurrido los hechos (utilizando y entrecomillando, cuando sea posible, las mismas palabras de la mujer); lugar, fecha y hora; si el maltratador ha usado objetos o le ha amenazado con hacerlo; si ha habido otras víctimas o hay testigos; si viene acompañada o si se sospecha que la causa de las lesiones es diferente a la que refiere la mujer.
Problema de salud pública
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1996 reconoció que era un problema de salud pública, poniendo de manifiesto las graves consecuencias que sobre la salud y el sistema sanitario tiene la violencia contra las mujeres y las implicaciones sobre sus hijos. Según la OMS, entre el 10% y el 50% de las mujeres en el mundo experimentan durante su vida violencia física de manos de un compañero íntimo y entre el 10% y el 30% ha sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja.
Los servicios de Urgencia son un dispositivo sanitario de fácil acceso y al que pueden acudir las mujeres que están en situación de maltrato ante una necesidad inmediata de atención, por ello los dispositivos de Urgencias extrahospitalarios y hospitalarios ocupan una posición privilegiada para detectar e intervenir en situaciones de maltrato.
Por este motivo, cualquier actuación en el ámbito de Urgencias puede ser un momento oportuno para realizar una anamnesis a mujeres con signos, actitudes y comportamientos que pueda orientar a la identificación de un posible caso de maltrato.
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