Los médicos alertan del riesgo de las jornadas abusivas
Médicos exhaustos por las interminables jornadas laborales y altas responsabilidades, irremediablemente, tiene que implicar un peor servicio sanitario y un riesgo para la salud. Así lo reconoció el 50% de los médicos británicos consultados ante el empeoramiento de sus condiciones laborales y las consecuencias en el servicio prestado.
El estudio elaborado por la británica Jenny Firth Cozens, y dado a conocer por Eulalia Masachs, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Fundación Galatea, durante la jornada organizada por el Consejo General de Colegios Médicos (CGCOM) y el sindicato CESM sobre Jubilación y pensión, resulta incluso dramático al observar algunos de sus efectos.
El cúmulo de tareas y la falta de descanso originó que el 40% de los facultativos asegurasen sentirse más irritados con sus pacientes que antes y un 7% admitió incluso haber incurrido en errores graves. Pero eso no fue lo peor. Hubo un 2,4% que reconoció que su equivocación causó la muerte del enfermo. Datos que ponen en evidencia la necesidad de dar solución a un problema que afecta a muchos doctores no solo en España sino en todas las partes del mundo, según citaron los doctores reunidos.
En el encuentro, varios fueron los facultativos que alertaron del abuso de las jornadas interminables y los periodos laborales sin apenas descanso. Además de las bajas retribuciones de las guardias.
El estrés médico se convierte en la principal afección de este colectivo, aunque no entendida como patología sino más como factor de riesgo. De hecho, otro informe, este de la propia Fundación Galatea, concluye que los médicos internos residentes (MIR) triplican los niveles de estrés que tienen el resto de la población en su misma edad. El 30% de los médicos que están realizando la residencia lo padece y afecta mucho más a las mujeres que a los hombres.
Los profesionales de la medicina, entre un 46% y un 80% de una muestra de 5.121 doctores consultados, afirmaron que presentan algún tipo de síntoma relacionado con él: un fuerte agotamiento emocional. Según explica Masachs, se trata de una fase previa al momento de la despersonalización, donde el paciente deja de ser muy importante para el médico y muy anterior al fenómeno que desemboca en el burn-out o quemado, que afecta a la realización profesional.
La legislación que rige los horarios de los médicos aparece como la principal culpable de toda esta situación. Para resumirlo en pocas palabras, baste citar a la doctora Carmen González, médico de familia de Málaga y quien analizó la diferente normativa laboral a la que tiene que enfrentarse un médico: No conozco un texto que haya sido elaborado de un modo tan perfecto para conseguir que los médicos no paren de trabajar, señaló ayer en su presentación.
González denuncia que el estatuto marco de los médicos establece jornadas de 12 horas diarias que pueden prolongarse a 24 horas si se trata de un caso excepcional, cuando en el Estatuto de los Trabajadores se especifica que las jornadas no pueden ser superiores a 12 horas sin excepcionalidad. También critica que el estatuto marco infringe los descansos de 15 minutos cada 6 horas de trabajo, como establece el Estatuto de los Trabajadores, y lo condicione a la asistencia del paciente.
Además, alerta de que están cometiendo ciertas infracciones con las horas extraordinarios que en el caso de los médicos no se califican así. Son jornadas complementarias que son obligatorias hasta 48 horas y jornadas especiales con un máximo de 150 horas voluntarias, pero además su retribución resulta muy inferior a la hora base, añade González.
La doctora también aprovechó para denunciar que ante esta situación de prolongadas jornadas resulta difícil seguir una formación continuada, necesaria en el caso de los médicos, y conciliar la vida familiar.
El estudio elaborado por la británica Jenny Firth Cozens, y dado a conocer por Eulalia Masachs, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Fundación Galatea, durante la jornada organizada por el Consejo General de Colegios Médicos (CGCOM) y el sindicato CESM sobre Jubilación y pensión, resulta incluso dramático al observar algunos de sus efectos.
El cúmulo de tareas y la falta de descanso originó que el 40% de los facultativos asegurasen sentirse más irritados con sus pacientes que antes y un 7% admitió incluso haber incurrido en errores graves. Pero eso no fue lo peor. Hubo un 2,4% que reconoció que su equivocación causó la muerte del enfermo. Datos que ponen en evidencia la necesidad de dar solución a un problema que afecta a muchos doctores no solo en España sino en todas las partes del mundo, según citaron los doctores reunidos.
En el encuentro, varios fueron los facultativos que alertaron del abuso de las jornadas interminables y los periodos laborales sin apenas descanso. Además de las bajas retribuciones de las guardias.
El estrés médico se convierte en la principal afección de este colectivo, aunque no entendida como patología sino más como factor de riesgo. De hecho, otro informe, este de la propia Fundación Galatea, concluye que los médicos internos residentes (MIR) triplican los niveles de estrés que tienen el resto de la población en su misma edad. El 30% de los médicos que están realizando la residencia lo padece y afecta mucho más a las mujeres que a los hombres.
Los profesionales de la medicina, entre un 46% y un 80% de una muestra de 5.121 doctores consultados, afirmaron que presentan algún tipo de síntoma relacionado con él: un fuerte agotamiento emocional. Según explica Masachs, se trata de una fase previa al momento de la despersonalización, donde el paciente deja de ser muy importante para el médico y muy anterior al fenómeno que desemboca en el burn-out o quemado, que afecta a la realización profesional.
La legislación que rige los horarios de los médicos aparece como la principal culpable de toda esta situación. Para resumirlo en pocas palabras, baste citar a la doctora Carmen González, médico de familia de Málaga y quien analizó la diferente normativa laboral a la que tiene que enfrentarse un médico: No conozco un texto que haya sido elaborado de un modo tan perfecto para conseguir que los médicos no paren de trabajar, señaló ayer en su presentación.
González denuncia que el estatuto marco de los médicos establece jornadas de 12 horas diarias que pueden prolongarse a 24 horas si se trata de un caso excepcional, cuando en el Estatuto de los Trabajadores se especifica que las jornadas no pueden ser superiores a 12 horas sin excepcionalidad. También critica que el estatuto marco infringe los descansos de 15 minutos cada 6 horas de trabajo, como establece el Estatuto de los Trabajadores, y lo condicione a la asistencia del paciente.
Además, alerta de que están cometiendo ciertas infracciones con las horas extraordinarios que en el caso de los médicos no se califican así. Son jornadas complementarias que son obligatorias hasta 48 horas y jornadas especiales con un máximo de 150 horas voluntarias, pero además su retribución resulta muy inferior a la hora base, añade González.
La doctora también aprovechó para denunciar que ante esta situación de prolongadas jornadas resulta difícil seguir una formación continuada, necesaria en el caso de los médicos, y conciliar la vida familiar.
02/12/2011 - cincodias.com - Madrid
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