El complejo papel del género en el sector del transporte
Una investigación europea ha determinado, mediante la aplicación de la integración de la perspectiva de género, las razones de la desigualdad de género en el sector del transporte. A partir de este trabajo se proponen formas de reparar este preocupante desequilibrio.
La integración de la perspectiva de género incluye la valoración de las implicaciones de seguir una política determinada con respecto a mujeres y hombres. Este proceso se puede aplicar en todos los niveles de la legislación y los programas. La investigación y las políticas de transporte suponen una oportunidad ideal para evaluar el impacto de la planificación y aplicación de políticas sobre los roles de género, y las intervenciones, en un área muy amplia.
Actualmente, el sector del transporte es un entorno de trabajo dominado por un género. Las estadísticas del proyecto, financiado con fondos comunitarios, indican que las trabajadoras constituyen menos del 20 % del personal dedicado al transporte acuático y de superficie. Esta situación cuenta con el agravante de que el sector está también dominado por valores masculinos.
El proyecto pretendía promover la integración de la perspectiva de género examinando cómo cumplir los objetivos relativos a la igualdad de género. En el panorama actual, caracterizado por la coexistencia de múltiples objetivos —sostenibilidad e innovación, y al mismo tiempo impulso al empleo y la competitividad— era importante también analizar cómo relacionarlos con la integración de la perspectiva de género en la industria.
El consejo asesor del proyecto, un grupo interdisciplinario de profesionales europeos de alto nivel, facilitó durante los contactos, reuniones y talleres, el intercambio de ideas y experiencias entre estudiosos, legisladores y políticos. El planteamiento general fue que debe haber una representación equilibrada de hombres y mujeres en las estructuras organizativas y políticas del sector del transporte.
Una consideración fundamental de las recomendaciones fue la necesidad urgente de contar con más datos y de realizar un análisis en torno al nivel estructural del sector del transporte. Asimismo, para mejorar la competitividad del sector del transporte en relación con el empleo, debe haber más información sobre cómo se vinculan las cuestiones de género con los procedimientos organizativos de diferentes culturas.
El informe hace hincapié en que el mayor desafío estriba en la ejecución de programas de igualdad, y no tanto en el desarrollo de iniciativas contra la desigualdad de género. Para corregir este desequilibrio, uno de los pasos en la dirección correcta sería considerar el género desde la perspectiva del usuario, integrando las necesidades y valores de las mujeres en la política de transportes.
El estudio ha creado las condiciones para que cambie el panorama del sector del transporte, con el fin de remediar la evidente desigualdad de género.
La integración de la perspectiva de género incluye la valoración de las implicaciones de seguir una política determinada con respecto a mujeres y hombres. Este proceso se puede aplicar en todos los niveles de la legislación y los programas. La investigación y las políticas de transporte suponen una oportunidad ideal para evaluar el impacto de la planificación y aplicación de políticas sobre los roles de género, y las intervenciones, en un área muy amplia.
Actualmente, el sector del transporte es un entorno de trabajo dominado por un género. Las estadísticas del proyecto, financiado con fondos comunitarios, indican que las trabajadoras constituyen menos del 20 % del personal dedicado al transporte acuático y de superficie. Esta situación cuenta con el agravante de que el sector está también dominado por valores masculinos.
El proyecto pretendía promover la integración de la perspectiva de género examinando cómo cumplir los objetivos relativos a la igualdad de género. En el panorama actual, caracterizado por la coexistencia de múltiples objetivos —sostenibilidad e innovación, y al mismo tiempo impulso al empleo y la competitividad— era importante también analizar cómo relacionarlos con la integración de la perspectiva de género en la industria.
El consejo asesor del proyecto, un grupo interdisciplinario de profesionales europeos de alto nivel, facilitó durante los contactos, reuniones y talleres, el intercambio de ideas y experiencias entre estudiosos, legisladores y políticos. El planteamiento general fue que debe haber una representación equilibrada de hombres y mujeres en las estructuras organizativas y políticas del sector del transporte.
Una consideración fundamental de las recomendaciones fue la necesidad urgente de contar con más datos y de realizar un análisis en torno al nivel estructural del sector del transporte. Asimismo, para mejorar la competitividad del sector del transporte en relación con el empleo, debe haber más información sobre cómo se vinculan las cuestiones de género con los procedimientos organizativos de diferentes culturas.
El informe hace hincapié en que el mayor desafío estriba en la ejecución de programas de igualdad, y no tanto en el desarrollo de iniciativas contra la desigualdad de género. Para corregir este desequilibrio, uno de los pasos en la dirección correcta sería considerar el género desde la perspectiva del usuario, integrando las necesidades y valores de las mujeres en la política de transportes.
El estudio ha creado las condiciones para que cambie el panorama del sector del transporte, con el fin de remediar la evidente desigualdad de género.
12/12/2011 - cordis.europa.eu
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